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Recetas: Aderezo de mayonesa con estragón

Aderezo de estragón

  • Una cucharada de estragón seco
  • 1/8 de taza de vino blanco
  • 1 taza de mayonesa
  • 1/2 taza de crema de leche
  • Jugo de un limón
  • 1 cda. de queso blanco rallado
  • 1 huevo duro
  • 1 ramita de perejil
  • Pimentón (1 trozo)
  • Sal y pimienta

Remojar el estragón en el vino blanco y llevar al fuego a fuego lento unos minutos para que la hierba se hidrate. Luego se retira y tras dejarlo enfriar, se vierte en la licuadora junto a la mayonesa, la crema de leche, el jugo de limón. Mientras se licua, añadir los ingredientes secos: el huevo duro rallado, el queso y el pimentón y se licua por medio minuto más para luego añadir el perejil, la sal y la pimienta.

Puede cambiar el perejil por cilantro para un sabor más refinado. Este aderezo es excelente para acompañar carnes y ensaladas.

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El sabor milenario del vinagre balsámico

El vinagre balsámico es uno de los condimentos habituales de carnes asadas y ensaladas debido a su profundo y fuerte sabor que rápidamente invade el paladar, por lo que muchos no se resisten a rociarlo sobre pan junto al imprescindible  aceite de oliva mientras se espera por la comida principal.

Balsámico

Conocido simplemente como balsámico, su origen se traslada a Módena (Emilia Romagna), al norte de Italia, donde ya se elaboraba hacía más de mil años; aunque ya en el III milenio A.C., en civilizaciones del Cercano Oriente como Mesopotamia, Egipto y Palestina -y más tarde en Grecia y Roma- se tienen testimonios del uso de vinagre y mostos (jugos) de uva, manzanas, dátiles e higos en grandes cantidades para la conservación de la comida, como condimento para pobres y ricos e incluso como medicina,  además de que su reputación mantuvo al vinagre hasta la Edad Moderna como el ácido más potente disponible por el hombre.

La elaboración: una obra de arte que toma años

El vinagre balsámico se extrae de uvas cosechadas a finales de la temporada. Tras triturarlas, el mosto se cuece lentamente en fogatas hasta que la mayor parte del zumo se evapora, dejando un jarabe dulce y espeso que posteriormente se vierte en barriles. A partir de allí, las levaduras naturales entran por las rejillas de ventilación y comienzan con el proceso de fermentación, el cual transforma el azúcar en alcohol y las bacterias actúan sobre el alcohol convirtiéndolo en ácido acético. Ahora, la parte más compleja: el líquido se vierte en recipientes de madera más pequeños donde se añejará por un mínimo de 12 años hasta convertirse en vinagre balsámico.

El balsámico y sus propiedades

El vinagre balsámico conserva muchos de los nutrientes de la uva: es rico en minerales, contiene 7% del requerimiento diario recomendado de calcio, 8% de magnesio, 5% de fósforo, 8% de potasio, 10% de hierro y 17% de manganeso y además, es bajo en sodio y en grasas saturadas, por lo que no contiene colesterol.

Es importante comentar que al igual que el vino, contiene polifenoles, los cuales son muy conocidos como agentes anticancerígenos, y como punto extra, actúa como un desinfectante natural, siendo uno de los pocos agentes que matan el moho tóxico y ayuda a restaurar los niveles naturales del pH en el cuerpo humano. Todo esto hace que se convierta en un excelente complemento para carnes, ensaladas y verduras; sin embargo, las 224 calorías contenidas en una porción de vinagre balsámico provienen del azúcar así que esto debe tenerse en cuenta para personas con régimen especial de alimentación, incluyendo a quienes padecen de diabetes.

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